Una historia de amor
La kinesiología bio-Holística, podríamos decir, que es una técnica terapéutica natural y respetuosa, que sirve tanto para el diagnóstico como para el tratamiento de las dolencias que afectan al Ser humano.
Pero la kinesiología es también un lenguaje, un código, donde el kinesiólogo a través de la respuesta del tono muscular de las cadenas musculares del paciente va a entablar una comunicación muy íntima con el cuerpo del mismo, obteniendo importantes informaciones de los procesos que aquejan la salud del paciente.
Esta información a la que tenemos acceso, no está en los depósitos de memoria cerebral, sino, en la memoria celular del paciente, la memoria del tejido, de la célula. Por lo que tenemos acceso a toda la información, a la consciente y a la inconsciente, a todos los datos genéticos, congénitos, a cada intoxicación, cada trauma o vivencia, tanto de los que nos acordamos como no.
El cuerpo nos habla constantemente. La kinesiología actúa como una máquina de la verdad, que nos permite tener acceso a la información real, no manipulada por los procesos mentales del paciente o del terapeuta. Esa es la verdadera magia de la Kinesiología.
Todo está impreso en la memoria de la célula, toda nuestra historia personal, la de nuestros ancestros, la información de la enfermedad y también la forma de sanarla. La Kinesiología al fin y al cabo es toda una revolución diagnostica que nos permite tener acceso a todas las perturbaciones de la salud de una forma rápida y agradable.
Por si eso fuera poco, además nos muestra el camino para solucionarlas apoyándonos en diferentes métodos terapéuticos naturales, ya sean dietas, flores de Bach, fitoterapia, homeopatía, osteopatía, acupuntura, tapping… devolviendo, así, el equilibrio al organismo de una forma biológicamente lógica y segura.
Parte, del enfoque, de que el cuerpo humano es una unidad biológica indivisible, donde todo está en permanente movimiento, en perpetuo cambio y adaptación.
“Todo afecta a todo”
Por lo que nuestra salud va a depender en gran medida del equilibrio de los cuatro campos que nos forman:
El campo químico, el emocional, el energético y el estructural.
¿Te gustaría conocer un poco más sobre esta práctica?
Su comportamiento es el de verdaderos socios, que sufren o se benefician del buen o mal estado o hacer de los otros. Sí uno se ve alterado, afectará a los otros, por lo que para restablecer la salud hay que tratar la globalidad del Ser, no solo esa emoción alterada o ese hígado toxico o esa vértebra rotada o ese chacra bloqueado….
“El todo, es más que la suma de sus partes”
La kinesiología trata toda la globalidad del Ser, restaurando todos los cortocircuitos que fueron restándonos, energía, alegría, vitalidad, ilusión, movimiento, libertad, bien estar… ¡Salud, Vida! En mi trayectoria profesional y vital, yo sigo absolutamente enamorada de la Kinesiología Holística, rindo pleitesía a la terapia de la información, de la verdad, del respeto.
A pesar de que ya llevamos más de veinte años de relación amorosa, en íntima y cotidiana convivencia, mirándonos desde todos los ángulos, estudiándonos, buscándonos los fallos, entregándonos… A mí, ella, me sigue fascinando, me sigue sorprendiendo, me sigue regalando, me sigue entusiasmando…
La considero una herramienta terapéutica, categórica, imprescindible, completa, segura, al alcance de todos… eso es fascinante. A pesar de que le he sido infiel en múltiples ocasiones con otras maravillosas terapias, que también me aportaron y aportan grandes regalos, en consulta, como por ejemplo, la sutil osteopatía craneo-fascial o la rotunda auriculoterapia, o las sibilinas flores de Bach, o las deidades de tantas otras.
Ella, nunca se celó, lo que hizo en su grandeza fue enriquecerse de todas las otras y se formó más sólida, sabia y resolutiva. Así, que a mí, no me quedó otro remedio que dedicarla gran parte de mi Vida
¡Ella, es siempre, Ella!
El cimiento de la construcción Laguz. La que da forma al Todo.
Mabel Lago.