CANDIDIASIS II Trastornos que puede producir

Los trastornos que puede producir la Candida albicans son:

  1. Afecta el equilibrio de la flora intestinal, tanto del intestino delgado como del colon, al anular las vulnerables bifidobacterias y los lactobacilos, provocando indigestión, nauseas, mal aliento, flatulencias, distensión abdominal, malestar abdominal, irregularidad en las defecaciones, irritación y picores en el ano, molestias hemorroidales y colon irritable. Todos y los primeros síntomas que notaremos serán los digestivos, pero vendrán muchos más en su compañía.
  2. Crece en las distintas mucosas, provocando inflamaciones e irritaciones. Por lo que dependiendo a que mucosas afecte, nos dará unos síntomas u otros.

Si es en la mucosa de la boca puede producir altas bucales muy dolorosas y estomatitis. Si es en la mucosa de la nariz y garganta puede producir sinusitis, rinitis anginas, faringitis, laringitis, carraspera, afonía, y otitis cuando la Cándida pasa a los oídos. Puede también afectar la mucosa de los ojos, dando lugar a conjuntivitis. Si se instaura en los pulmones, el individuo puede empezar con expectoración y tos, para terminar padeciendo bronquitis o asma alérgica. Si la mucosa afectada es la del tracto urinario y de la vagina, pueden aparecer molestias como necesidad de orinar urgentemente y con más frecuencia escozor al orinar y picores vaginales.

Las personas aquejadas por Candidas son aquellas que suelen visitar frecuentemente a los médicos, llevándoles una larga lista de síntomas, que no tienen explicación aparente alguna y que suelen ser atribuidos a causas psicológicas.

Mabel Lago

3. Cuando se instaura en la piel aparecen trastornos como “picores generalizados, eczema, acné, urticaria, psoriasis y por descontado pie de atleta e infección por hongos en la piel y las uñas.

4. Las toxinas producidas por la Cándida se expanden por todo el organismo y si se depositan en las articulaciones pueden producir dolores y rigideces articulares, adormecimientos y hormigueos, e incluso artritis; si se depositan en los músculos dan lugar a dolores y debilidad muscular. Y si llegan a la circulación cerebral el paciente, puede padecer cefaleas y migrañas recidivantes, acufenos, mala memoria y falta de concentración.

5. También puede afecta al cerebro y al resto del sistema nervioso. Así, el Acetaldehído (producto del metabolismo del alcohol, producido por la Cándida a partir del azúcar) reacciona con el neurotransmisor Dopamina y provoca distintos desarreglos mentales y emocionales, como depresión, ansiedad, irritabilidad, variaciones en el estado de ánimo, sentimientos “de rechazo” e incluso perdida de la autoestima.

6. Afecta también a las funciones hormonales dando lugar a molestias premenstruales, irregularidad en la menstruación, dolores menstruales, trastornos con la menopausia, infertilidad y endometrios, todo ello ocurre porque la Cándida posee en su membrana órganos receptores que tienen la capacidad de afectar a las hormonas.

Así, la progesterona se liga a la Cándida no llega nunca a su destino. La Cándida también desencadena procesos autoinmunes, produciendo anticuerpos contra las hormonas propias y contra el tejido ovárico. Además, afecta a los procesos metabólicos de los ácidos grasos esenciales, interrumpiendo la formación de las prostaglandinas, que son sustancias necesarias para la formación de hormonas.

7. Otro sistema que se afecta mucho es el sistema inmunitario. Los anticuerpos se lanzan contra las toxinas, dando origen a múltiples reacciones inmunitarias indiscriminadas: alergias e intolerancias alimentarias o químicas. Se estimula la liberación de Histamina. Todo ello incrementa la susceptibilidad a las infecciones y la incapacidad del sistema inmunitario para responder correctamente a las infecciones y los alérgenos.

8. En realidad, puede afectar a todos los sistemas esenciales del organismo y por ello una persona infestada por la Candida albicans se queja de sentir “un malestar general”, notar una falta de energía, levantarse cansada todas las mañanas y fatigarse ante cualquier es fuerzo, por pequeño que sea.