Quién soy
Hola, soy Mabel Lago
Hola a todos, lo primero me presento y os cuento un poco mi historia, para que nos conozcamos mejor. Mi nombre es Mabel lago y soy profesional en el sector de las mencionadas medicinas biológicas; también conocidas como, complementarias, alternativas o naturales, como tengan a bien llamarlas.
Soy experta en diferentes disciplinas, pero la que más me ha seducido por su eficacia, globalidad y seguridad es la kinesiología bio-Holística… y a la cuál le debo en gran medida parte de lo que soy. No solamente en lo profesional. El nivel de enriquecimiento y conocimientos que me llegaron a través de la kinesiología, metamorfoseo toda mi existencia.
Mis comienzos
Todo comenzó hace aproximadamente 25 años, más o menos la mitad de mi vida, ya que en la actualidad tengo 48 años. En este momento me encontraba en “la búsqueda”. En esa búsqueda existencial general, en la que también cabe y sobre todo cabe, la vida profesional. ¿La conocen?
Siempre digo irónicamente que mi profesión me llegó directamente a través de Dios. El caso es que a través de un amigo que era muy creyente y religioso, me llega información sobre reflexología podal. Una técnica; decían, que a través de un masaje en zonas reflejas situadas en los pies puede mejorar todo tipo de dolencias. Según lo escuché me resonó. Y comencé a cursar estudios en diferentes disciplinas manuales; masaje terapéutico y deportivo, drenaje linfático, reflexología podal…Tuve la fortuna de que mi primer profesor fuera un erudito en infinidad de materias y aunque me formaba en masaje terapéutico, él era un magnifico osteópata cráneo fascial y homeópata.
En sus clases aprendí mucho más que masaje e inoculó en mí el hambre de conocimiento, la necesidad de la comprensión de la biología humana, provocó en mi tal pasión y conexión que me sentí guiada, había encontrado el camino que buscaba. Supe que iba a dedicarme a ello el resto de mi vida. Veía ante mí un camino infinito que quería transitar y que transformaría toda mi vida. Fue una revelación
Desde el primer momento me fascinó y continué cursando diferentes estudios, en fitoterapia, anatomía, iridología y comencé a pasar consulta privada mientras me seguía formando.
Llegó un momento que sentía que había adquirido muchos conocimientos, pero algo faltaba, necesitaba un diagnóstico preciso. La iridología, no me sirvió, aun dándome mucha información general de lo que le ocurría al paciente, no me resultaba una información precisa, ni holística. No era suficiente…y aquí llegó otra vez el momento “Búsqueda”.
Un día entré en una librería para comprar un cuento a mi hijo, una librería pequeña y coqueta. Mirando entre sus estantes encontré un libro que ponía: KINESIOLOGÍA, me atrajo de inmediato el término. Yo, en ese momento todavía no había oído hablar de esta maravillosa terapia, pero me acerqué al libro como si de imán se tratará. El dichoso libro resultó ser bastante malo, pero agradeceré siempre que me llamará discreto desde su estante. Ya que fue él, el que me abrió la puerta a la técnica que me enamoraría toda la vida y a la que debo tanto.
Comencé a cursar estudios en kinesiología, primero aplicada y después holística. Mi primera formación en kinesiología era sencilla, pero me ayudó a integrar la técnica en cada una de mis células. Al inicio de ésta formación no comprendía nada…estuve a punto de abandonar, pero hubo un instante, un instante preciso en que integré cómo funcionaba, que sensación, ¡Dios mío! ¡Milagro! Comencé a practicarla en consulta y me enamoró de inmediato. Por fin había encontrado la herramienta que me daba información holística y completa. Podía hacer un diagnóstico global, saber en qué campo estaban los desarreglos en la salud de mis pacientes y como corregir estas alteraciones, devolviendo el equilibrio a su salud. Por fin una técnica en la que podía aunar todos los conocimientos que ya había adquirido y los que estaban por venir. Una terapia que su sinónimo sería respeto. Que me mostraba un orden terapéutico con su ley de prioridades. Un camino seguro y fiable.
Después continúe estudiando kinesiología holística en diferentes escuelas, cuanto más la conocía, más me seducía…. ¡Por fin la había encontrado! Esta maravillosa máquina de la verdad biológica. Tan útil para cualquier terapeuta de cualquier índole.
A la vez, por supuesto, fui paciente de la misma. Creo que es una información absolutamente necesaria para un terapeuta y para cualquier terapia, vivir, conocer la técnica desde el otro lado y tratarse con ella. Al experimentarla en propias carnes, nos da una perspectiva real. Una información y una experiencia necesaria para ser terapeuta, la de ser paciente. Mi cuerpo, mi mente y mis emociones se reordenaron y pude hacer cambios en mi vida que me daban terror hasta entonces. Gracias, gracias, gracias.
A partir de aquí continúo estudiando más y más kinesiología (por supuesto) y otras disciplinas. Así llegó a mí la sutil y maravillosa osteopatía craneal, visceral y cráneo sacra. A la que dediqué cuatro años de ferviente estudio. El sentir la pulsión de la vida entre mis manos a través del MRP (movimiento respiratorio primario).Después llegarían también la auriculotérapia, el trasgeneracional o el par biomagnético….entre otras, todas las fui integrando en mis protocolos de kinesiología.
En el año 2006 comienza una nueva etapa en mi vida profesional.
Es tal la pasión y pleitesía que siento por la kinesiología bio-Holística. La tengo tan integrada y la encuentro tan necesaria para cualquier técnico de la salud, que comienzo a impartir formaciones profesionales en kinesiología bio-Holística con gran éxito. Como docente se valora mucho de mí la capacidad de trasladar el conocimiento de forma clara, sencilla, ordenada y pedagógica.
En mi etapa de estudiante fue tan costoso comprender e integrar la técnica. Vi fracasar a tantos de mis compañeros en su empeño por aprender kinesiología. Su aprendizaje es tan complejo por la cantidad de campos que abarca…. Y las formaciones suelen estar tan mal estructuradas. Qué la hacen una prueba difícil.
Puedo presumir de haber encontrado un método para aprender kinesiología de una forma sencilla, organizada y divertida.
En la actualidad
He impartido desde entonces cada año una formación anual de kinesiología bio-Holística.
Disfruto infinito de la docencia, de compartir mis conocimientos, de inocular a otros con la pasión hacía la kinesiología bio-holística.
También sigo pasando consulta en mi centro Laguz en Cabezón de la Sal y colaboro con otros centros y equipos terapéuticos.
Todo mi afán y trabajo está dedicado a contribuir a divulgar la técnica y una visión de salud diferente, donde se investigan y tratan las causas.
La kinesiología y las demás terapias se han convertido no solo en mi profesión, sino también en un sentido de forma de vida, que me nutre y enriquece constantemente.
¡Gracias, gracias, gracias!